En momentos donde quienes me rodean me han preguntado sobre mis creencias y su deseo de conocer más a fondo mis reflexiones personales sobre ello, me di a la tarea de delinearlas de una manera coherente en mi interior para poder plasmarlas en el mundo real y claro está; presentarlas en mi blog. Antes de esto, es menester definirlas partiendo desde mi idea de quien soy y para ello es necesario poner sobre la mesa que soy atea; entiéndase (carente de la idea de un dios creador como se le conoce en sus distintas formas).
No mucha gente atea se cuestiona los por qués del mundo que les rodea luego que definen para sí mismos la dinámica del Universo y creen haberla decifrado en su totalidad. Me he encontrado con que los ateos son variados en su propia categoría y escala, dependiendo de qué estudiaron como base en la Universidad, ello afecta su manera de abordar el tema del ateismo. Yo los voy a analizar en (2) grupos y uno unificador:
Los Primeros; los ateos con base sociológica, antropológica e histórica, perdieron la fe en la Humanidad; y como resultado, en sus instituciones religiosas, sus guerras, inquisiciones y matanzas en nombre de Dios. Las rechazan como defectuosas y faltas de veracidad; tanto por sus dogmas como los escritos que presentan (Biblia;Torah,Corán) puesto que quienes profesan ideales como: amor al prójimo; caridad; compasión; pureza de alma, y no los practican, no podrían tener la bendición y encomienda de un dios superior para ser representantes de él en la Tierra. El problema es que los que pertenecen a este grupo de ateos, muchas veces "pecan" de amorales y a veces profesan el libertinaje como resultado de las represiones vividas al romper con la Iglesia; cosa con la cual no estoy de acuerdo.
Los Segundos: son los ateos con base psicológica, científica y matemática que son quienes luego de observar el funcionamiento del cerebro, el mundo que nos rodea y el Universo con los 5 sentidos, es que llegan a ciertas conclusiones sobre su inexistencia. El uso de inventos como el telescopio, detectores de rayos infrarojos, luz ultravioleta, ondas, radiofrecuencias, radiación, la gravedad, la energía electromagnética, energía atómica, energía eléctrica, eólica, térmica, solar… en fin; todo aquello que no vemos y aún así existe les ha ayudado a ser más escépticos en cuanto a los sucesos inexplicables como ocurría en la antiguedad cuando la gente aseveraba que ocurrían milagros, se metían demonios en las personas, se aparecían ángeles con mensajes y dios lograba separar las aguas para salvar a su pueblo escogido.
En cierta medida, quienes unifican estos dos grupos de ateos son las filosofías contemporáneas explicativas que han nacido a raíz de éstas interrogantes. Lo que parece curioso, y hasta insólito, es cómo explicarnos que en el cerebro humano mismo es que yacen todas las contestaciones a estas interrogantes desde tiempos inmemoriables; mucho antes de que existieran los científicos y sus aparatos sofisticados para obserar el micromundo y el macromundo. Los griegos ya habían decifrado la existencia de los átomos mucho antes de que existiera un microoscopio sin tan siquiera haberlos visto. Hoy día, hasta tenemos la física cuántica con la que deciframos la materia hasta su nivel más primario.
¿Y qué sacamos con todo esto de desmentir a nuestros antepasados y eliminar la cabida para la superstición, las conjeturas místicas, lo inexplicable, sobrenatural y sublime?
-“Sacamos a la posibilidad de Dios en el panorama de la Creación según la cuentan los 'Libros Sagrados'."
Y luego de sacar los cuentos de por medio, y dejar a dios sin su “D” mayúscula, libre de su representante humano…¿Hay cabida para un dios creador en este Universo en el que vivimos?
Aunque suene preocupante y desconcertante, la respuesta es….NO; no hay cabida para él según lo conocemos, porque hasta la denominación de un (él) un dios masculino, antropomórfico, superior, que vela lo que hacemos y tiene criterio propio e ideas preconcebidas suena estúpido. Si queremos creer en algo, tenemos que reestructurar a “dios” y hacerle un “makeover” si él quiere estar “in” en la Era Científico-Moderna en que vivimos. Y tú, estas “IN” para aceptar una nueva definición de “Dios”? La nueva definición la comienzas tú.
(Este post tendrá una Segunda Parte- en cuanto a la estructura personal de mis creencias modernas a raíz de estos tiempos y como he llegado a congeniar el ateísmo con una moral estructurada en la responsabilidad del Ser).