martes, 6 de abril de 2010

Eres ORIGINAL? No creo...



¿Existe realmente la originalidad? Desde el momento que nacemos estamos absorbiendo información sin ningún tipo de discernimiento y selección. Es por esto que cuando niños nuestros padres nos controlan todo lo que vemos y oímos en nuestro entorno. La selección que ellos hacen por nosotros inicialmente es un legado evolutivo. Ellos no saben porqué los bebés no deben ver ciertas cosas, sólo lo hacen y ya; no lo cuestionan. Parte de ese comportamiento es proteccionista y la otra parte es un control particular sobre la información que tus padres quieren que tengas para parecerte a ellos y sentir que eres su hijo.

¿Pero desde cuando es que podemos decir que llegamos a una etapa de nuestras vidas donde lo que pensamos, decimos o hacemos es totalmente original? ¿Cuánta parte de ello es un tributo a nuestros padres y cuanta parte es conocimiento aprendido y seleccionado por nosotros mismos? Desde la música que ellos escuchan, los partidos políticos y hasta la profesión que ejercen nuestros padres puede ser un simple acto de asimilación sin darnos cuenta.
En esencia, lo único que determina cuán original uno puede llegar a ser es:
LA FUERZA DE VOLUNTAD, AUTODETERMINACION Y CAPACIDAD DE DIFERENCIACION. Estos elementos determinan cuan conscientes estamos de nuestros propios talentos, habilidades, inclinaciones de pensamiento y la capacidad de expresarlos sin miedo al rechazo o burla de nuestros progenitores y su falta de aprobación.
Las personas más seguras de sí mismas son las que con el pasar del tiempo se auto-definen. Analizan todas las opciones, ponen a prueba sus habilidades y no esperan la aprobación de sus padres para ser felices.


En mi caso, no comparto el partido político de mis padres y su música no es mi favorita tampoco. Soy la única artista de la casa, y la única que logró un doctorado. Estoy en constante búsqueda de nuevos sonidos y géneros musicales que me llenen el alma y me acerquen a la Verdad y la liberación de la Sociedad de sus encasilladlos y patrones heredados. Lo que sí honro es el nombre original que me dieron mis padres; le ha dado sentido a mi necesidad de la originalidad. Para mí la originalidad es lo que me da ansias por vivir, seguir conociendo, viajando y redefiniendo mi ser. Lo más que me gusta es que cada vez que me parezco menos a mis padres, me quiero más a mí misma.